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Luis Escobar Ramos
Es por todos conocido que desde el inicio del actual sexenio, el Presidente López Obrador manifestó su desacuerdo con los organismos autónomos y entes reguladores; debido a que los considera una estructura paralela al Poder Ejecutivo, que las facultades y atribuciones que ejercen, sin mayor problema podrían ser desempeñadas por algunas Secretarías de Estado; incluso ha llegado al punto de sostener que, han sido parte fundamental del modelo neoliberal que imperó en el país por casi cuatro décadas, cuyos resultados fueron altos niveles de corrupción, tráfico de influencias y que siempre han estado al servicio de las grandes empresas transnacionales y consorcios mexicanos que dominan los mercados.
De igual forma, desde antes de la elección del pasado 2 de junio, la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y partidos aliados Claudia Sheinbaum Pardo ha respaldado esa postura; es decir, que tiene en el radar dicha propuesta de reformas y adiciones y en consecuencia forma parte sustancial del “Segundo Piso de la Cuarta Transformación”; situación que se ha convertido en uno de los temas de controversia y debate entre los diversos actores políticos, sociales y económicos, con opiniones a favor y en contra, lógico es, la mayoría acordes a los intereses que representan y unos pocos en defensa de la sociedad y del país.
Mucho se ha hablado últimamente, en cuanto a que la elección en lo concerniente al Poder Legislativo tiene como resultado la desaparición de los contrapesos; ya que los partidos opositores no fueron capaces de convencer al electorado con propuestas viables y objetivas; por lo que, en consecuencia Morena tendrá mayoría calificada (66% más 1) en la Cámara de Diputados y muy cerca de lo mismo en la Cámara alta; a ello se debe que se hable de un escenario de sobrerrepresentación.
No obstante, en los siguientes días al resultado electoral y después de que la virtual Presidenta electa y sobre todo el líder de la bancada Morenista en la Cámara de Diputados Ignacio Mier reiteraron la intención de que en cuanto iniciara la siguiente legislatura se ingresaría el paquete de reformas anunciado el pasado 5 de febrero por el actual Presidente; se puso de manifiesto que existe otro contrapeso a las decisiones gubernamentales y este es el poder de los mercados, que hizo saber su inconformidad por tales pretensiones y de inmediato se reflejó con movimientos en la paridad peso-dólar, inversiones, índice inflacionario y con impacto en la tasa de referencia del Banco de México.
Con relación al tema central de este artículo, debo mencionar que se ha venido destacando la desaparición de siete organismos autónomos y entidades reguladoras; sin embargo, hoy me referiré esencialmente al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y en cuanto a ello, debo acotar que existe una particularidad, que en lo personal me llama poderosamente la atención y es la relacionada con que existe un compromiso establecido en el capítulo 18.17 del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que en su esencia tiene un carácter asimétrico; debido a que obliga sólo a nuestro país a contar con un órgano regulador de las telecomunicaciones y la radiodifusión autónomo.
Como consecuencia de lo anterior, debo destacar que, no se puede perder de vista la proximidad de la revisión de dicho Tratado; que si bien es cierto tiene como fecha límite el año 2026, iniciará seguramente a principios de 2025, ya definida la elección presidencial de nuestros vecinos del norte; en seguimiento de ello, tanto Canadá como México han manifestado que su postura es de plantear la revisión de algunos aspectos que son de su interés; mas no involucrarse en la elaboración de prácticamente un nuevo Tratado.
Desde mi particular óptica, la desaparición del IFT puede poner en una posición compleja a quien encabezará la negociación; es decir, al próximo Secretario de Economía Marcelo Ebrard; ya que, manteniéndose el acuerdo en los términos actuales se estaría cayendo en incumplimiento, lo que podría generar roces entre los países participantes.
No obstante lo anterior y que lo menciono no con la finalidad de fijar postura alguna, sino con la intención de proveer un panorama completo; en los últimos días se ha dado a conocer que la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados ya cuenta con un predictamen en el que se plantea la eliminación de siete organismos autónomos, incluido el IFT; tal es el interés, que dicho documento ya está siendo circulado en el recinto legislativo, por lo que seguramente será abordado en los siguientes días.
Se dice que el predictamen reitera la extinción del IFT; con lo que, el Ejecutivo estaría asumiendo la regulación de las telecomunicaciones y radiodifusión en el país, trasladándose específicamente las facultades y atribuciones a la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), Dicha propuesta considera que sea el Ejecutivo quien diseñe y conduzca las políticas del sector, se revierta lo establecido en el artículo 27 constitucional en lo relativo al otorgamiento y revocación de concesiones; así como, la elaboración de licitaciones del espectro radioeléctrico, tema que ha estado en constante controversia al mencionarse que somos a nivel mundial, de los países con el más alto costo.
Otro aspecto que hay que considerar es el relativo a la regulación de poderosos holdings como América Móvil y Grupo Televisa; ya que durante la existencia del IFT desde la reforma constitucional del año 2013, el trato es evidente que ha sido diferente, pues mientras a América Móvil se le ha impuesto una regulación ex ante mediante medidas asimétricas; a Televisa se le han dado todas las facilidades para su expansión en las telecomunicaciones y concentrar más el mercado en el sector de radiodifusión.
Por hoy se nos terminó el espacio, la siguiente semana continuaremos, saludos.
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