Getting your Trinity Audio player ready...
|
Luis Escobar Ramos
Desde hace algún tiempo diferentes medios de comunicación alrededor del mundo vienen haciendo alusión al título de este artículo, lo cual ha llamado mi atención, por sus implicaciones y la veracidad que esto pudiera tener; ese es el motivo por el cual decidí abordar en esta ocasión este tema y de ser posible abonar a una actualización con relación a ello; ya que considero que una buena concepción permitirá colocar al lector en terrenos firmes en el plano económico, tecnológico y regulatorio.
Durante los años 40 y 50 del siglo pasado se gestaban ya, muchos de los acontecimientos que hoy vivimos en materia tecnológica y económica; debido a que tanto en Europa (Inglaterra) como en los Estados Unidos, varios científicos realizaban investigaciones ligadas al ámbito de la ciencia y la tecnología; algunos de ellos fueron Alan Turing, quien además de haber descifrado el código de la máquina Enigma alemana, ayudando a terminar con la Segunda Guerra Mundial, también inventó la computadora y diseñó la famosa prueba de Turing, para determinar si una computadora puede pensar.
Así también; el escritor y Profesor estadounidense Isaac Asimov, a través de su obra “Yo Robot”, realizó una gran aportación a la ciencia y la tecnología; debido a que fue capaz de establecer 3 leyes que hasta nuestros días se mantienen vigentes.
Los anteriores científicos son solo ejemplo de los antecedentes de las tecnologías emergentes, incluidas las Inteligencias Artificiales, y de que el desarrollo científico y tecnológico se daba en aquellos años tanto en el continente europeo como en Norteamérica.
No obstante, desde la década de los setenta y hasta nuestros días, Estados Unidos se ha convertido en punta de lanza de la innovación y el desarrollo tecnológico; tomando la batuta con la computación y la informática y a partir de ahí con todo lo que compete a tecnologías emergentes, lo que ha sido resultado de grandes programas de investigación en Universidades y la creación de empresas de vocación exclusivamente tecnológica; lo que da una idea clara de porque se habla precisamente de que son el centro de la innovación; sin embargo, es importante decir que, en los Estados Unidos, en ese afán de promover la innovación no se ha creado un marco regulatorio fuerte y, por lo tanto, están latentes los riesgos de que se repitan episodios como los de los monopolios del ferrocarril, la explotación del petróleo a principios del siglo XX, la alta presencia y poderío de AT&T en los años 80; que fueron amasando tanto poder, que se hizo necesaria la intervención del Estado para controlarlos y equilibrar el mercado; situación que en lo personal ya estamos observando con las Big Tech y en las que el Estado norteamericano ya está interviniendo.
Ligado a lo anterior, Europa se alejó de la investigación y el desarrollo desde los años setenta; por lo que, como ya mencionamos, Estados Unidos estuvo hasta hace algún tiempo solo en esta materia; a lo que se atribuye que varios autores, académicos, especialistas y países enfaticen que la tendencia regulatoria europea obedece precisamente a eso; atreviéndose incluso algunos a asegurar que se están convirtiendo en un obstáculo para la innovación y el desarrollo tecnológico del mundo entero; consideración que en lo personal no comparto.
Europa ha hecho notar que es necesario establecer regulaciones eficaces que vigilen y preserven los derechos humanos de las personas y pongan límites muy claros a las empresas; para ese cometido desde la década anterior ha diseñado e implementado una serie de Directivas (leyes) como: el Reglamento General de Protección de Datos, que viene a salvaguardar el petróleo del siglo XXI, en que se han convertido los datos de los ciudadanos y que entró en vigor en mayo del año 2018.
De la misma forma, el 1 de noviembre de 2022 entró en vigor en la Unión Europea La Ley de Mercados Digitales, aclarando que, las obligaciones específicas para las plataformas se aplicaron a partir del 2 de mayo de 2023; esta ley tiene como cometido regular las actividades de las grandes empresas tecnológicas en territorio de la Unión, para generar un entorno competitivo más justo y equitativo.
En complemento, el 16 de noviembre del mismo año entró en vigor en la Unión Europea la Ley de Servicios Digitales, que constituye un factor medular en la estrategia reguladora europea y tiene como objetivos centrales crear un entorno digital más seguro; proteger los derechos fundamentales de los usuarios; establecer condiciones de competencia equitativa para las empresas; definir responsabilidades claras para las plataformas; asegurar que haya un mercado único en Europa y hacer frente a los desafíos digitales actuales.
Recientemente, el 1 de agosto de este año entró en vigor la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea (Ley de IA), la cual se aplicará de manera plena en dos años; esta tiene como objetivos centrales crear un entorno en el que las Inteligencias Artificiales respeten la dignidad humana, los derechos y la confianza; así como convertir a Europa en un centro mundial de inteligencia artificial, a través de normas armonizadas, que regulen el desarrollo, la comercialización y el uso de la IA en este territorio y bajo un esquema basado en riesgos (Inaceptable; Alto; Limitado y Mínimo).
Como podrán observar, estos cuatro íconos de la regulación digital europea son el motivo por el que se asevera que Europa solo regula, que considero no es completamente cierto, pero contiene un buen grado de verdad.
Por hoy se agotó el espacio, la siguiente semana continuaremos, saludos cordiales.
Email: lescobarramos67@gmail.com
Twitter @LUISESCOBARRAM6