ARTÍCULO | MASCARAS MORTUORIAS, EL ARTE DE LA CERA PERDIDA

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Daazaev Saavedra Reynoso

La máscara mortuoria, también conocida como máscara post- mortem o mascarilla funeraria, se podría creer que tiene orígenes desde los egipcios, pero no, los chinchorros del Perú ya tenían estas prácticas mortuorias desde antes. En nuestros días, esta práctica artística sigue teniendo uso para la conservación del rostro de personajes importantes. Sobre todo, tuvo su auge en los siglos XVIII y XIX.

¿Cuál es la finalidad de la mascara mortuoria…?, pues es una réplica del rostro de quien ha partido de este plano terrenal, es la conservación de la imagen, es una mirada que no envejece al paso del tiempo.

Se pueden tener fotografías o pinturas de los finados, pero estas están en un formato plano, sin relieves; se puede tener una escultura que cumpliría con un formato en 3D, sin embargo, la mascara mortuoria, se saca directamente del rostro de la o el finado justamente de su último momento, antes de enterrarse o cremarse, se replican las arrugas, los poros de la piel, su última expresión.

Como mero ejemplo, podemos mencionar las máscaras mortuorias de: Morelos, Benito Juárez, Pancho Villa, Emiliano Zapata, Vicente Lombardo, Amado Nervo, Frida Kahlo, entre tantos más; sin embargo, internacionalmente se pueden encontrar, las de Maximiliano, Napoleón, Beethoven, Vladimir Lenin, Stalin, etc. Es una lista inmensa.

¿Cómo se hace la mascara mortuoria…?, es un trabajo artístico que se llama vaciado en cera perdida. Al rostro se le puede poner vendas de yeso (hoy en día se hacen con silicona o resinas como las que ocupan los dentistas para sacar sus moldes para prótesis), de esta manera se obtiene un primer molde; posteriormente a este molde, se le vierte cera de abeja por el revés de la máscara; una vez que se seca y tenemos el molde de la cera (hoy en día se ocupa una variedad de ceras), se realiza un contenedor de cerámica, llamada concha, que tiene la función de resistir las altas temperaturas del bronce y cuando se tiene listo, se rellena con el bronce, la cera se pierde (de ahí su nombre) y al endurecerse queda la máscara mortuoria. Este proceso de cera perdida es el que se ocupa hasta el día de hoy para realizar esculturas en bronce.

En nuestra contemporaneidad, esta practica se sigue utilizando incluso para llevarlas a galerías de arte. El artista y escultor Nick Reynolds, se ha dedicado a realizar mascaras mortuorias, de diferentes personajes, sin embargo, presentó una exposición sobre las mascaras mortuorias de los sentenciados a muerte en el estado de Texas, con la intención de exhibir los horrores de estas prácticas.

Artista Plástico, Músico, Escribano y Trabajador

ghettorudeska.ds@gmail.com

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