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Daazaev Saavedra Reynoso
Ahora que se estrenó la película Bob Marley: One Love, titulada en español como Bob Marley: La leyenda, valdría la pena un recuento histórico y cultural sobre los orígenes del reggae.
Independientemente de las criticas sobre el actor que interpreta a Marley —si les gusta o no—, o la trama centralizada a solo un episodio de su vida —si esperaban más del filme o no—, o incluso las opiniones de algunos intelectuales sobre la materia y que puedan argumentar —había mejores exponentes del reggae o del rastafarísmo—, considero que podría funcionar de soporte para realizar un primer acercamiento al contexto histórico y cultural del reggae.
Todo inicia tras la independencia de Jamaica, del país británico, en 1962. Comienza una inclinación por ritmos Norte Americanos, como el jazz, blues, boogie boogie; posteriormente con las big bands, la mezcla de ritmos y la modalidad de los contratiempos en la guitarra y batería, surge el ska rico en fusiones rítmicas con el mento, el calipso, el blues, jazz y toda la oleada norteamericana que ya existía. Hasta el día de hoy siguen esas fusiones con otros ritmos; para 1966 surge el sucesor del ska y precursor del reggae: el rock steady, que tuvo una vida corta antes de dar el paso al reggae. Éste último ritmo y en el que se basa la intención de estas líneas, va a contener temas basados en el amor, la unidad, temas sacros que parten de un principio cultural y étnico, con el perfil de su idiosincrasia religiosa, que va a incluir la filosofía judía, cristiana y etíope.
La ganja (marihuana), forma parte de la significación del rastafarismo y del reggae, ya que Jah (es el nombre que dan a dios, en el rastafarismo) la puso en la tierra para facilitar el camino espiritual y alcanzar la introspección; es considerada una planta sagrada, pues se encontró en la tumba del rey Salomón. También los dreadloks (rastas), significan un pacto con Jah, un simbolismo de la unidad, del I&I (yo y yo, concepto que significa a la unidad total) … pero regresando al reggae.
Valdría comentar que este ritmo de unidad fue bandera de lucha social en un país joven en su independencia y con ideologías sociopolíticas encontradas, con diversos intereses divididos en extremos; este ritmo de unidad, fue, es y será bandera de las generaciones que comulgan con la ideología de I&I así como con causas sociales, que contextualiza una significación con los movimientos revolucionarios. Todo lo anterior, dio paso para que histórica y culturalmente, este ritmo, pudiese tener el sustento artístico, histórico y cultural, para formar parte de las declaratorias del patrimonio inmaterial, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura —UNESCO, por sus siglas en ingles—, en el año del 2018. A partir de esta fecha, el reggae, es patrimonio inmaterial de la humanidad.
La cultura Rastafari, ya no está tan estigmatizada como hace unas décadas atrás, el usar dreadloks, incluso las manifestaciones culturales por el uso lúdico, medicinal o lúdico de la ganja. La música, como idioma universal nos acerca las verdades en torno a ella y nos invitan a la empatía y diversidad cultural. La cultura Rastafari es mas amplia que este intento de primer acercamiento a ella.
Por cierto, vean la película. Se las recomiendo.
Artista Plástico, Músico, Escribano y Trabajador
ghettorudeska.ds@gmail.com
Excelente información!!