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Carlos Carral Hernández
“La ideología es una reacción pautada
a una tensión pautada de un rol social”
Heckstein, Harry | Pressure Group
Politics: The Case of the British Medical Association
Con motivo de estas columnas y mi práctica profesional, he tenido la oportunidad de encontrar diversidad de material en torno a las reformas laborales, fundamentalmente la de 2019, bautizada por el actual gobierno como la “nueva justicia laboral”; desde videos hasta textos de corte académico, existe una cantidad irreal de contenido sobre la nueva visión de derecho laboral que se busca implementar en México desde el T-MEC y muy probablemente en todo el mundo.
Hay un video que llamó poderosamente mi atención, una grabación realizada por el Poder Judicial del Estado de México, en el que se abordan los Conflictos Colectivos de Naturaleza Económica desde la óptica de lo “nuevo” en la reforma en torno a estos procedimientos, video en el que el presentador lanzó un reclamo o solicitud: enseñar el derecho del trabajo sin ideologías, como se enseña el derecho penal, civil, etc.
Es importante partir de algo, el Derecho del Trabajo con mayúsculas, encierra el reconocimiento de una desigualdad económica y social, ello a pesar de la propia reforma de 2019, donde el objeto de la Ley Laboral se cambió radicalmente como lo podemos ver en comparativo, al analizar el contenido del artículo 2 antes de esa reforma y después de ella.
La adopción de la moderna teoría de los Derechos Humanos generó dos efectos claros en la impartición de justicia en general: la llegada de la adversalidad en todas las materias y la mercantilización de todas las relaciones.
A simple vista suena perfecto y más que justa la adversalidad; las parte contendientes en juicio, en igualdad de condiciones, deben probar la base de la acción y resultado que pretenden alcanzar, por el otro, su contraparte debe también probar sus argumentos de defensa más allá de las palabras y ¿quién no quiere ser reparado económicamente por un daño sufrido?, suena bastante atractivo.
Esta dinámica que hemos descrito de manera general y en gran medida en las anteriores colaboraciones, es realmente la filosofía eterna detrás del Derecho Civil, no es algo nuevo que se esté descubriendo con los Derechos Humanos, es algo así como la idea de la Justicia Conmutativa “Reloaded” que rige la idea de justicia detrás de esta rama del derecho, un poco anabolizada y lanzada al mundo como algo nuevo, que permitirá una forma de convivencia con mayor sostenibilidad, durabilidad y mayores niveles de paz.
Tal vez esta visión que se está empujando con mucha fuerza para que se adopte en TODAS las materias de derecho, sobre todo en su rubro en la impartición de justicia, tenga alguna compatibilidad con las ramas de derecho privado y derecho público, pero en las ramas de derecho social como el Derecho del Trabajo y el Derecho Agrario, simplemente no hay razón de ser, son en su origen, ideas antagónicas de justicia.
Desideologizar el Derecho del Trabajo no es una cuestión de índole sólo pedagógica, sino que tiene implicaciones prácticas, representa poner en igualdad de condiciones a 2 sectores que realmente no lo son: trabajadores y patrones, implica darles una carga probatoria en juicio idéntica, quedando en automático sin efecto figuras como la suplencia de la deficiencia de la queja a favor del trabajador o el otorgamiento de la razón en los casos donde exista duda en los hechos controvertidos en juicio, algo muy peligroso y que generaría en el mediano plazo una sociedad aun más injusta que la existente.
En adición a esto, los Derechos Humanos buscan llevar a una lógica de Derecho Civil a todas las ramas de derecho; como lo hemos dicho tal vez esto es posible en relaciones sociales donde los gobernados celebran transacciones con cierta libertad, pero en un contexto donde el trabajador es una especie de mercado cautivo que celebra transacciones permanentemente con el mismo sujeto en condiciones de desigualdad, suena bastante descabellado.
ADDENDA
1. ¡Viva la libertad carajo!. Creo que el tema de TikTok en Estados Unidos se ha apagado un poco, me refiero claro a la intentona de la clase política de ese país, de prohibir la aplicación en su territorio si no le venden sus creadores ésta a algún ciudadano gringo. El suceso me llevó a cuestionarme ¿de qué libertad hablan los autollamados libertarios modernos?, algo que creo todos nos deberíamos preguntar constantemente, ya que al parecer para ellos la única libertad es la libertad de libre mercado, si permitimos que la libertad se reduzca a eso, ello también es peligroso y descabellado.
2. Este lunes 1 de abril parecía que el diablo andaba suelto, la gente en la calle alterada, estresada y acelerada, sobre todo los conductores de vehículos, ¿no se si usted también lo notó?. Una constante del día fue el pasarse altos, no dar el paso al transeunte y desde luego las mentadas de madre; al inicio me alarmó un poco, pero me di cuenta que si nuestra sociedad es capaz de matar una niña o a un político frente a un grupo de personas, pasarse un alto, ser corrupta o cometer otro tipo de delitos menores, es como una vuelta al parque el domingo a medio día.
carralhernandez@gmail.com
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Abogado Postulante y miembro de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.