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Carlos Carral Hernández
¿Existe el sindicalismo de derecha?, la verdad es que no creo ni si quiera en la posibilidad de que haya un sindicalismo socialdemócrata (afín a la izquierda socialdemócrata). Desde luego lo digo desde el punto de vista que tenga algún éxito en los que decida y haga.
Hace unas semanas compré en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el libro “Populismo” de Benjamin Moffitt, el problema que plantea el autor, antes de hablarnos del origen y efectos de este fenómeno, es determinar la naturaleza del mismo, resaltando otro problema de nuestros tiempos de manera implícita: la confusión e indefinición que hay en los conceptos que usamos indiscriminadamente.
Esa indefinición que resaltamos, no tiene que ver únicamente con comprender el contenido de conceptos simples como los planetas por ejemplo, los números, una mesa etc, sino con procesos más complejos como el de izquierda y derecha, desde luego populismo y sindicalismo a secas y con calificativos como sindicalismo independiente, del Siglo XXI, de derecha, socialdemócrata, términos que dentro de sí encierran ideas complejas que determinan nuestra forma de actuación y comportamiento.
La idea de sindicalismo actual es confusa más que nunca, ni los que participan en ella tienen claro qué es y cuál debería ser su papel dentro de la sociedad y lo peor, no han visualizado como su visión aspiracionista de ciudadanos de una sociedad de consumo, poco tiene que ver con su faceta de miembros de una organización de trabajadores o en un caso más lamentable, con su faceta de dirigentes.
Con ese aspiracionismo a flor de piel, se defienden los supuestos resultados que profesar la cultura del esfuerzo da; se defienden la libertad en general, particularmente la de expresión e información, que en un contexto que nace del reconocimiento de la desigualdad económica y social como el sindicalismo, hace que estas personas que reclaman el ejercicio de estas libertades en medio de una completa despolitización, se conviertan en los sujetos pasivos ideales de la manipulación política.
Efectivamente todos tenemos el derecho a decir lo que pensemos y queramos, pero también de la mano, hay una obligación inseparable a esa libertad, que es la de saber de lo que se quiere opinar, es decir, no podemos pretender opinar sobre algo de lo que realmente no sabemos nada y aunque todo mundo tiene derecho a opinar, muy pocos tienen una opinión más o menos cercana a la realidad, más en un mundo como el de la lucha entre los factores de la producción.
En efecto, la experiencia nos da algún conocimiento sobre la vida, pero sólo de manera superficial, es algo así como: “aprenda lo necesario para sobrevivir, no morir y seguir dedicando su vida a experimentar el sistema económico, político y social que se le ha impuesto”, pero de eso a que adquiera herramientas para resolver el fondo de aquello que le aqueja, nada; mientras más ignorante mejor y parte de esa ignorancia es darle una herramienta como la libertad, la que no podrá usar en su beneficio por más que lo intente.
El sindicalismo de hoy en día rinde un culto a la propiedad privada, a la individualidad, a la idea de que en las democracias como la sindical, las decisiones se toman por una mayoría que realmente no sabe ni por qué vota; acusa a quienes hacen observaciones como la que hacemos en este espacio, de subestimar a los trabajadores y a la sociedad, pero sobre todo quiere vivir cerca del poder adulando al sistema de partidos, tal y como lo hace la derecha partidaria, la derecha que hoy dice luchar por la vía institucional, por muchas de las causas sociales que vivimos desde que triunfó la revolución industrial.
No hay que ser adivinos para ver detrás del retroceso en la acción sindical, mucha de la problemática que hemos abordado. Mientras los sindicatos no apuesten a su politización, sus propias acciones y decisiones, serán el caldo de cultivo de su propia destrucción.
ADDENDA
1.Por cierto: “Sindicato petrolero está totalmente fracturado”, dice líder -del STPRM-, así se tituló una nota de un diario capitalino. Valdría la pena analizar la nota y la información detrás de ésta. El líder que hizo la declaración que motivó el texto, aseguró algo que todos conocemos, muchos de los líderes del sindicato petrolero pretenden perpetuarse en el poder. Lo que no dijo es que frente a una planta ignorante y en consecuencia apática, no hay mucho o nada que hacer.
2. Otro por cierto: “Vivimos en tiempos extraños en los que somos inducidos a actuar como si fuésemos libres”. Slavoj Žižek.
carralhernandez@gmail.com
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Abogado Postulante y miembro de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.