|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Luis Escobar Ramos
Desde principio del presente año el Presidente López Obrador colocó nuevamente en la palestra nacional el debate de las pensiones, pero éste se amplió el pasado 5 de febrero al dar a conocer su carrusel de dieciocho reformas constitucionales y dos de ley; dentro de ellas se encuentra una que adiciona tres párrafos al Artículo 123 constitucional, misma que abordaré a fondo más adelante y que generó una serie de inconformidades y cuestionamientos de los opositores y la lógica defensa del partido en el poder; no obstante lo anterior, el día 4 de abril del año en curso, el líder de la fracción Morenista en la Cámara baja Ignacio Mier Velasco y la Presidenta de la Comisión de Seguridad Social Angélica Ivonne Cisneros Luján presentaron otra Iniciativa que plantea reformas, adiciones y derogaciones a las Leyes del IMSS, ISSSTE, INFONAVIT, SAR, Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, Federal de para la Administración de Bienes del Sector Público y un Decreto por el que se extingue el Organismo Público Descentralizado denominado Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero y se abroga su Ley Orgánica, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de mayo de 2023, para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar (FOPEBI).
Vale la pena destacar que esta columna está dedicada a temas tecnológicos y digitales; sin embargo, dada la trascendencia que el tema pensionario tiene en la vida nacional, la serie de confusiones que se vienen dando y el impacto que tendrán estos aspectos tanto en el empleo ordinario como el que está evolucionando y el que nace como producto de la ola tecnológica que estamos viviendo, decidí abordarlo en las siguientes líneas.
Por principio de cuentas debo aclarar que, este asunto no se gestó ayer; sino que forma parte de una serie de decisiones que se han tomado por los gobiernos a través de las últimas cuatro décadas y que es necesario tocar a efecto de tener un panorama completo; lo que indudablemente puede proveer una mejor perspectiva de las cosas.
Desde los años cuarenta se creó en este país la institución de seguridad social para los trabajadores que laboran en el sector privado de la economía y algunos de órganos desconcentrados que pertenecen a los poderes públicos, denominándosele Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); posteriormente en los años sesenta se creó también el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, con el objetivo de atender a los trabajadores del sector público.
En el año de 1973, dentro de los hechos importantes en materia de seguridad social en el país, se dio una reforma a la Ley del IMSS y como producto de ello nacieron algunos seguros como el de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y vejez, que vinieron a fortalecer los beneficios para los trabajadores; mismos que actualmente son materia del debate y controversia por las reformas que se proponen.
Desde su nacimiento, estas leyes fueron construidas tomando como base lo plasmado en la Constitución de 1917, que nos colocó como país a la vanguardia en cuanto a derechos sociales se refiere; es decir, una seguridad social que fuera pública, solidaria, integral y redistributiva, los pilares de un verdadero sistema de seguridad social; soportada bajo un esquema tripartito con compromisos definidos que contemplaba la revaloración del trabajo, la responsabilidad del Estado en la provisión, financiamiento y administración de los servicios y prestaciones y de igual forma la obligación patronal como parte de sus débitos con sus trabajadores y la sociedad misma.
De forma tal que ese esquema representaba una gran alianza de generaciones de jóvenes y viejos como sustento y soporte de la pirámide pensionaria; dicho de otra forma una asunción de papeles definidos inter e intra generacionales que funcionaron de manera correcta durante muchos años.
No obstante lo anterior, desde el inicio de los años ochenta se impuso en casi todo el mundo, como parte del sistema capitalista un nuevo modelo económico llamado Neoliberalismo, cuyos principales objetivos han sido reducir la fuerza del Estado- Nación (Más Mercado y Menos Estado), darles el papel central a los actores privados y como parte de esa estrategia privatizar los bienes y servicios más rentables.
La seguridad social era parte fundamental de todo ello; por lo que desde la década ya mencionada y hasta principios del presente siglo se privatizaron cerca de 30 esquemas de seguridad social alrededor del mundo, claro es, con pésimos resultados para los trabajadores, que todos ya conocemos y que abordaremos en los siguientes párrafos.
En nuestro país, la ola privatizadora se dio entre 1982 y 2002, no obstante, el sexenio en el que fueron privatizadas el mayor número y las más importantes empresas fue durante el sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994); siendo el año de 1992 en el que se dio vida al plan de privatización en materia de seguridad social, con la creación del Sistema de Ahorro para Retiro (SAR), que no fue otra cosa que desmantelar el esquema de beneficio definido y colocar los pilares de la capitalización individual para las trabajadoras y trabajadores mexicanos.
Parte de los argumentos y pretextos que esgrimieron los gobiernos Priistas en aquel momento fueron la complicación económica que se vivía en ese momento en el país y el mundo, la nueva composición del mercado laboral, el cambio en las expectativas de vida y el complicado estado de las finanzas del IMSS, entre otros; sin embargo, el verdadero motivo si estaba relacionado con el último argumento, pero es fundamental acotar que esas malas finanzas eran producto del pésimo manejo de la institución y el saqueo a que la sometieron durante décadas; al punto de convertirla en la “caja chica” del financiamiento partidario, corrupción y, por supuesto clientelar-electoral.
La siguiente semana continuaremos…..si sobrevivimos a la vorágine de las campañas electorales.
YA EN EL CORREDOR:
Duele decirlo, pero hasta el momento no existe claridad en ninguno de los candidatos, en cuanto a planteamientos serios y de fondo en relación con el sector convergente-tecnológico, sólo se menciona que las infraestructuras son pilares para materializar el famoso “Nearshoring”; no obstante no se aterriza en propuestas.
Email: lescobarramos67@gmail.com
X@LUISESCOBARRAM6
