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Luis Escobar Ramos
En complemento y conclusión de la entrega anterior, en relación con la disrupción que están provocando las inteligencias artificiales en nuestras vidas y en la estructura del empleo, hago alusión a lo anterior; ya que, es bien cierto que no podemos afirmar que este sea un fenómeno que se da por primera vez en el mundo, debido a que en su momento hemos pasado por prácticamente tres revoluciones industriales o industrias; sin embargo, con base en esas experiencias es que ubicamos cual es el rumbo que pueden tomar las cosas de ahora en adelante.
Quien esté pensando que la tendencia es y seguirá siendo sólo la creación de inteligencias artificiales generativas (AI-GEN por sus siglas en inglés) seguramente no estará siendo certero en su diagnóstico; afirmo lo antes mencionado porque la experiencia vivida, por ejemplo, con el descubrimiento, aparición y aplicación de la energía eléctrica en su momento fue, de utilizarla para iluminar la vida (poder ver en la oscuridad- Tomas A, Edison); no obstante, de manera paulatina, fue permeando hacia diversos usos en la vida cotidiana pero sobre todo en diferentes tareas productivas, lo que es innegable aumentó la producción de las empresas y en consecuencia fortaleció las economías de los países.
Es por lo ya descrito que desde mi óptica personal ubico que la ruta a seguir en lo inmediato en cuanto a las inteligencias artificiales generativas y el propio desarrollo tecnológico en general, no es otra que el diseño e implementación de aplicaciones para su uso en los sectores productivos primario, secundario y terciario (agricultura y ganadería- industria- servicios), que ya han entrado en un proceso evolutivo que, si ya nos tiene desconcertados y sorprendidos, este es sólo el inicio de una vorágine; de forma tal que, seguiremos en el rumbo de la digitalización y virtualización del mundo del trabajo, con sus respectivos impactos para los trabajadores, las empresas y la sociedad en su conjunto.
Respecto de lo anterior, es a lo que hace referencia Mustafa Suleyman fundador de la empresa Deep-mind precursora en el ramo de las inteligencias artificiales; quien en su libro “La Ola que Viene” (The Coming Wave) aborda de manera puntual lo ya descrito en líneas precedentes y desglosa como las grandes empresas tecnológicas están dirigiendo sus inversiones en ese sentido.
Este personaje dice que “Estamos a punto de cruzar un umbral crítico en la historia de nuestra especie. Todo lo que conocemos va a cambiar” y afirma qué: “Pronto viviremos rodeados de una inteligencia artificial responsable de utilizar tareas complejas; desde gestionar negocios y producir contenido digital ilimitado hasta dirigir servicios públicos fundamentales o mantener estructuras. Habitaremos en un mundo de impresoras de ADN y ordenadores cuánticos, patógenos artificiales y armas autónomas robots asistentes y energía abundante. Todo esto supone una transformación radical en la capacidad humana”,
De igual forma y en una situación sumamente preocupante, al menos para un servidor, “Suleyman, uno de los mayores expertos del planeta en sistemas inteligentes, que ha estado en el epicentro de esta revolución, llamada a convertirse en el mayor acelerador del progreso de la historia. Asegura que la próxima década estará marcada por esta gran ola de nuevas y poderosas innovaciones de rápida proliferación”.
Así mismo, en algo que es innegable: “En La Ola que Viene, Suleyman demuestra la gravedad con que estas fuerzas amenazan las bases del orden mundial. Mientras nuestros frágiles gobiernos caminan sonámbulos hacia el desastre, nos sobreviene un desafío existencial: por un lado, enfrentarnos a los daños sin precedentes derivados de una exposición incontrolada a estas nuevas tecnologías; por otro, a los riesgos de una vigilancia titánica y abusiva”. ¿Conseguiremos abrir una estrecha senda entre la catástrofe y la distopía?
De tal suerte que, los acontecimientos, en mi óptica, son de tal talante que ameritan ubicar de manera precisa que las nuevas tecnologías tienen ese sesgo inmersivo, sin embargo, no podemos dejar de observar que existen algunas que contienen en su esencia la posibilidad de insertarse en todos los ámbitos de la vida cotidiana y productiva; de ahí deriva, que considero fundamental que tengamos en el radar y sumemos al diálogo social el carácter multimodal de las inteligencias artificiales.
Para el mundo es básico abordar este tema, ya que, día a día veremos con mayor intensidad y rapidez la evolución del entorno laboral-productivo motivado por estas inteligencias, de ahí la necesidad de una estrategia conjunta y transversal entre los sectores productivos, gobiernos y sociedad en su conjunto que genere una agenda que contemple aspectos éticos, regulatorios, productivos, de gobernanza, impacto ambiental, entre otros.
YA EN EL CORREDOR:
Con beneplácito recibimos en días anteriores la noticia sobre la propuesta del gobierno de Brasil de otorgar derechos laborales a los choferes de aplicaciones, para lo cual, el Presidente Lula da Silva envió al Congreso un proyecto de ley que regularía los derechos laborales de los trabajadores de aplicaciones de transporte de pasajeros en ese país, incluida la exigencia del pago de un salario mínimo, en hora buena, ojalá progrese y permee.
Email: lescobarramos67@gmail.com
Twitter @LUISESCOBARRAM6
