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Luis Escobar Ramos
Como ya lo mencionaba hace dos semanas, entre el 15 y el 19 del pasado mes de enero, se desarrolló la cuadragésima cuarta Reunión Anual del Foro Económico Mundial de Davos, en ella, los líderes mundiales tenían como objetivo, presuntamente, reconstruir la confianza, generar nuevas ideas y crear alianzas para avanzar en la búsqueda de soluciones a los desafíos que enfrentamos; para ello, se debía debatir desde la inteligencia artificial hasta el cambio climático y el crecimiento mundial; por lo cual, el debate debía centrarse en como establecer un mecanismo de cooperación que pueda ayudarnos, como humanidad, a avanzar en los retos presentes y futuros.
Dentro de las conclusiones a que llegaron se encuentran las siguientes: Los líderes mundiales pidieron reconstruir la confianza frente a la creciente fragmentación; ya que las segmentaciones geopolíticas nos impiden unirnos en torno a soluciones globales para atender los desafíos de igual magnitud. Así también, se argumentó sobre la necesidad de un nuevo modelo de crecimiento, que equilibre los motores del mismo y la productividad, contemplando aspectos complejos como la innovación, la inclusión, la sostenibilidad y la resiliencia; para lo que será necesario un nuevo paradigma de prosperidad.
De igual forma, en cuanto a clima, naturaleza y energía se planteó aprovechar el impulso de la reunión COP28; la mayoría de los participantes centraron el debate en el impulso de la eficiencia energética, tocar la demanda de energía y proteger y restaurar la naturaleza y por último, se pusieron en la palestra los avances en inteligencia artificial y su gobernanza; en esa tesitura debo decir que, las discusiones sobre tecnología emergente abordaron el equilibrio entre los beneficios potenciales y las intranquilidades sobre la seguridad, la privacidad, la protección, la responsabilidad y el uso inclusivo y ético.
Llamaron la atención algunas intervenciones, como la de Satya Nadella, Presidente y Director Ejecutivo de Microsoft, quien dijo: Como industria de tecnología digital, la lección más importante que aprendimos quizá sea que tenemos que asumir las consecuencias no deseadas de cualquier nueva tecnología junto con todos los beneficios. En tanto Sam Altman, Director Ejecutivo de Open AI, hablando sobre IA dijo: Incluso con su capacidad actual muy limitada y sus fallas muy profundas, la gente está encontrando una manera de utilizarla para obtener grandes ganancias de productividad u otras ganancias y comprender las limitaciones. Debo aclarar que de cada uno de estos ejes de conclusiones existen una serie de acciones precisas y concisas para lograr sus objetivos.
Decidí iniciar esta entrega con las líneas anteriores, para dejar evidencia que los países desarrollados, las principales empresas del mundo y algunos líderes mundiales tecnológicos tienen una agenda muy definida que contempla los temas que desde sus particulares puntos de vista son en los que deben estar enfocados los esfuerzos de la humanidad; sin embargo, del lado del movimiento de los trabajadores y de la sociedad no existe una conjunción de esfuerzos para, en principio, establecer los enlaces, buscar los acercamientos, concretar reuniones y en ellas colocar y debatir los principales aspectos, que desde la óptica de los trabajadores constituyen las prioridades en la búsqueda del estado de bienestar, es decir, contar con una agenda.
Estoy completamente seguro de que, se detectarán e incluirán temas coincidentes, tales como: la urgente atención de la crisis ecológica, la desigualdad y la mala distribución del ingreso y la riqueza, la apremiante reconfiguración del comercio, entre otros; no obstante, también sería el espacio de oportunidad para colocar la visión del mundo del trabajo sobre la preocupante y vertiginosa evolución tecnológica, que es innegable que está trayendo y traerá hacia adelante una ola de pérdida de empleos y el cambio en las condiciones de algunos otros .
También sería la oportunidad de ubicar el inocultable avance e intrusión de las empresas tecnológicas en la vida de los países y las personas, que así logran, la apropiación de las voluntades y rigen las vidas en el entorno político, económico, social y cultural; de forma tal, que sin que nos demos cuenta nos encontramos en un marco supranacional; es decir por encima de las sociedades y los estados.
Así mismo, se pudiera y debiera incluir en dicha agenda la necesidad de implementar un esquema revulsivo o, porque no decirlo, disruptivo que plantee nuevos modelos educativos y de desarrollo de nuevas habilidades para la población, pero no basado en el modelo rapaz de negocio que propone e impone el poderío económico.
Básico sería considerar también, un aspecto fundamental como lo es la necesidad de que el rápido y avasallante avance tecnológico, no debe ser motivo para que se coloque a las tecnologías exponenciales como el eje central, porque no lo son, son habilitadoras del desarrollo; siendo que el verdadero eje de toda esta evolución que estamos viviendo es el ser humano; es decir, aplicar el principio PRO HOMINE.
Por último, debo mencionar que toda esa agenda del mundo laboral y de las organizaciones que lo conforman deberá contener un plan de acción que contemple todos y cada uno de los temas ya mencionados y algunos otros más que seguramente pude omitir.
YA EN EL CORREDOR:
Hoy he llegado a la entrega número ciento cuatro, de tal forma que cumplimos dos años de escribir esta columna de manera ininterrumpida, motivo por el cual agradezco el tiempo y la paciencia que ustedes han tenido para dedicar un poco de su valioso tiempo en la lectura de estas líneas, gracias.
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Twitter @LUISESCOBARRAM6